Compartimos a continuación algunos de los puntos doctrinales de la Iglesia de Dios basados en las Sagradas Escrituras.
Pulse el título deseado para mostrar la explicación de cada uno de ellos.
La Biblia, compuesta de 39 libros del Antiguo Testamento y 27 del Nuevo Testamento, contiene la Palabra inspirada por el Espíritu Santo; expresando en su totalidad la voluntad de Dios para la humanidad y es la única base doctrinal de la fe de la Iglesia de Dios; y cuyo cumplimiento es la prueba fehaciente de nuestro amor a Dios.
La Deidad de todo el universo es Dios, Él es el Padre de nuestro Señor Jesucristo. Solamente Él es Omnipotente, Omnipresente y Omnisciente.
Creador y Sustendador de los cielos, la tierra y todas las cosas que en ellos hay.
Jesús, es el Unigénito Hijo de Dios siendo engendrado por el espíritu santo, y nacido de una mujer que no había conocido varón; Él es el Mesías o El Cristo anunciado por Moisés, los salmos y profetas; y fue enviado de Dios para ser Redentor de la humanidad.
Antes de ascender a los cielos, el Señor Jesús declaró que no dejaría solos a los suyos, prometiendo un consolador que los guiaría a toda verdad; la palabra de Dios nos muestra que dicho consolador es el mismo poder que emana del Padre y es el que nos revela las Sagradas Escrituras.
Además, el Espíritu Santo de Dios:
El Unigénito Hijo de Dios existe desde antes de la fundación del mundo; mas llegado el tiempo del cumplimiento fue enviado para ser hecho carne naciendo de mujer y habitando entre los seres humanos a quienes manifestaría la palabra de Dios.
Se debe comprender que:
Un ser creado con características angelicales, pero por su rebelión contra Dios fue echado de su presencia; ahora su obra maligna y perversa es ejercida sobre los hombres al influir sobre ellos, siendo el engañador y padre de mentira; mas su tiempo es determinado, pues llegado final del reino de mil años en los que reinará Cristo, este enemigo será destruido definitivamente y para siempre.
La obra perversa de este ser maligno de la que debemos cuidarnos como hijos de Dios constituye:
El testimonio bíblico nos relata que Dios hizo al hombre en un estado de perfección; sin embargo, dicha condición fue luego desecha cuando el ser humano por la desobediencia cayó en pecado. Dios por amor al hombre no lo maldijo, sino que descargó su ira sobre la tierra; a pesar de ello, es importante saber que la transgresión no quedo sin consecuencias.
Consideremos los siguientes puntos:
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